El sistema tradicional japonés para marcar el tiempo dividía el día en dos, con el mediodía y la medianoche como eje y a su vez estas mitades en seis partes cada una, numeradas del nueve al cuatro, ya que los números uno, dos y tres estaban reservados en la tradición budista para llamar a la oración. 

Al estar el conteo del tiempo vinculado a la posición del sol, la duración de cada "hora", que además se designaba mediante un signo del Zodíaco chino, variaba según la estación del año y la numeración era descendente ya que tradicionalmente se controlaba mediante la quema de incienso.
7 Comments:
¡Qué chulo!
Gracias!
Lo del incienso, mal, es que el olor no me gusta nada.
Muy interesante tu post.
Si te refieres al incienso "de misa" a mi tampoco...
A todos los inciensos.
Soy anti-incienso.
LLegó la hora, entonces, de dejar de contar el tiempo, aunque para ello hayamos tenido, o tengamos que seguir aprendiendo a contarlo de cuantas infinitas maneras se ha hecho hasta ahora...
Elucubraciones. El movil me lo recuerda a diario.
Ah! si posicionarse fuese siempre tan sencillo como con el incienso...
170651978 debo confesar que no me he enterado de nada...ruego aclaración, por vía interna si te place.
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