12/12/07

La Guerra es la Paz (XVII)

El problema es el mismo para todos los superestados, siendo absolutamente imprescindible que su estructura no entre en contacto con extranjeros, excepto en reducidas proporciones con prisioneros de guerra y esclavos de color. Incluso el aliado oficial del momento es considerado con mucha suspicacia. El ciudadano medio de Oceanía nunca ve a un ciudadano de Eurasia ni de Asia Oriental -aparte de los prisioneros- y se le prohíbe que aprenda lenguas extranjeras.

Si se le permitiera entrar en relación con extranjeros, descubriría que son criaturas iguales a él en lo esencial y que casi todo lo que se le ha dicho sobre ellos es una sarta de mentiras. Se rompería así el mundo cerrado y en que vive y quizá desaparecieran el miedo, el odio y la rigidez fanática en que se basa su moral.

Se admite, por tanto, en los tres Estados que por mucho que cambien de manos Persia, Egipto, Java o Ceilán, las fronteras principales nunca podrán ser cruzadas más que por las bombas.

George Orwell (1984)

1 Comment:

CRISTINA said...

A cada país que llego, cada vez que viajo, compruebo que los tópicos son ciertos. Pero a esos tópicos se añaden mil detalles que hacen tener una nueva visión, a veces radicalmente diferente a la que se tenía.
Recién llegada de unos días por el desierto de Túnez, no podría encontrar nada más acorde con lo que he pensado allí, que el segundo párrafo de tu post.
Como si me leyeras el pensamiento.