27/2/08

Las ciudades y el cielo, 3

El que llega a Tecla poco ve de la ciudad, detrás de las cercas de tablas, los abrigos de arpillera, los andamios, las armazones metálicas, los puentes de madera colgados de cables o sostenidos por caballetes, las escalas de cuerda, los esqueletos de alambre.

A la pregunta: —¿por qué la construcción de Tecla se hace tan larga?—los habitantes, sin dejar de levantar cubos, de bajar plomadas, de mover de arriba abajo largos pinceles: —Para que no empiece la destrucción —responden.


E interrogados sobre si temen que apenas quitados los andamios la ciudad empiece a resquebrajarse y hacerse pedazos, añaden con prisa, en voz baja: —No sólo la ciudad.


Si, insatisfecho con la respuesta, alguno apoya el ojo en la rendija de una empalizada, ve grúas que suben otras grúas, armazones que cubren otras armazones, vigas que apuntalan otras vigas.
¿Qué sentido tiene este construir?—pregunta— ¿Cuál es el fin de una ciudad en construcción sino una ciudad? ¿Dónde está el plano que siguen, el proyecto? —Te lo mostraremos apenas termine la jornada; ahora no podemos interrumpir —responden.

El trabajo cesa al atardecer. Cae la noche sobre la obra en construcción. Es una
noche estrellada.
—Éste es el proyecto— dicen.

Italo Calvino (Las ciudades invisibles)

2 Comments:

CRISTINA said...

Qué bonito!!!
Qué final de post más chulo. Me encanta.
Tendría que leer a Calvino por mí misma y no a través de tu blog, ¿verdad?

Me ha gustado.
Besos

1133k said...

Verdad.
:p
Un beso.