15/2/08

El mensajero

Un escalofrío recorre la espalda de Milcíades. Ya casi ha caído el sol. Al ocaso, si no se comunica la victoria, las mujeres cumpliran su juramento. Ningún hijo de Atenas será esclavo de Darío. Los persas no pisarán jamás Atenas, sólo sus cenizas. Inicia una plegaria y alza la mirada. Los dioses le responden. Filípedes está vivo.

Filípedes comprende. Lava sus heridas y comienza a correr. Está agotado por la batalla, pero corre. Corre sin parar. Sube montañas, cruza ríos. Corre. El destino de Atenas depende de su siguiente zancada.

Las murallas. Aún hay luz. Mujeres y niños salen a su encuentro.“Niké” es lo único que alcanza a decir antes de que su corazón explote. Filípedes cae. Ahora puede descansar.
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2 Comments:

CRISTINA said...

¡halaaaa! Eres un irreverente. No respetas ni al del maratón ni al deporte ni nada...¡¡niké...jajajjaaj!!

Muy bueno el post.

1133k said...

SOY un irreverente,
aunque no por esto, jejeje.
Un besote y gracias.