Devorábamos kilómetros sin sentido, porque de lo que huíamos tú y yo no era de un lugar. Aún así, la sensación de escapar era un alivio y lo hicimos hasta que se nos agotó, una vez más, nuestro tiempo.

Ha pasado mucho desde entonces. Tu has vuelto al sitio de donde nunca debiste salir y mi sonrisa hoy ya no depende de la tuya. Sin embargo, aquella sensación que descubrí esa tarde ha pasado a ser parte de mí y no creo ya que me abandone.
1133k
8 Comments:
Me encantan las fotos de espejos retrovisores. Yo tengo mogollón, pero pocas así de bonitas...
Te debo un cubata (por tu incansable labor de refuerzo positivo)
Gracias otra vez y un beso
Ey hermano, la ciudad es nuestra. Porque TOOOOODOS SOMOS DUEEEEEEÑOS DE LA CIUUUUUDAAAAAAD.
1133k, de nada...no es una labor, es un placer.
En cambio tú sí que deberías hacer alguna labor de refuerzo positivo. Sí, con el otro comentarista, el 170651978, que pide en su blog hombres que se manifiesten...jajajaj
besos a los dos
Ya le he llamado al órden...
Acaso es que usted, señor rey mago, prefiere hacer sus comentarios en privado?
Si pasas por mi casa, que se note,
ma
ri
co
na
elegante y fino.
Colectivo8.
Gracias, misteriosos miembros del Colectivo8
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