Cuando se acercaba la hora del cierre y ya estabamos borrachos, él solía decirme "es sencillo tio, hay canciones que no te importaría escuchar mientras mueres".
Por eso, cuando el juez me llamó aquella maldita noche, al entrar a su bar, casi ni vi su cuerpo. No podía desviar la mirada de aquel vinilo que giraba...
Por eso, cuando el juez me llamó aquella maldita noche, al entrar a su bar, casi ni vi su cuerpo. No podía desviar la mirada de aquel vinilo que giraba...
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2 Comments:
¿Y qué sonaba?
A la misma hora yo estaba en un concierto de Piano Magic, pero eso no quiere decir nada...
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